La pasada semana os explicamos un poco en qué consistía eso del CRM. Esta semana vamos a hablar del Social CRM, una herramienta que es, digamoslo así, un paso más en esto del marketing online. La definición más simple y sencilla sería la siguiente:
Enrique Burgos, autor conocido por sus libros sobre nuevas tecnologías, aporta la siguiente definición:
Una buena solución de Social CRM es aquella que no solo integra Twitter, Facebook y LinkedIn, sino también la información de contacto, servicio de correo electrónico, histórico de comunicaciones y la información residente en los sistemas CRM de la compañía.
El Social CRM recopila los datos sobre la audiencia social de la empresa y además también ayuda a atender sugerencias, preguntas o quejas que los clientes puedan tener. Pero no debemos olvidarnos de utilizar el CRM tradicional junto con el Social CRM, creando así una simbiosis que ayudará a entender mejor a los clientes de nuestra empresa y su comportamiento ante la compra.
El cliente es cada vez más social, cada vez se deja influenciar más por el contenido que otros usuarios comparten en Internet, por lo que la recogida periódica de información de las conversaciones que se dan en este medio es muy importante a la hora de obtener datos relevantes para tomar decisiones estratégicas en la empresa.
Así pues, en la base de datos de cada empresa se deben mezclar datos "tradicionales" como la edad y el lugar de residencia de los clientes, junto con otros datos sociales como sus perfiles en redes sociales, su actividad en foros y webs de opiniones, si tiene o no un blog propio, etc.